En pasadas entradas os hemos narrado los logros y enfoque de este proyecto de producción social del hábitat que ASF Galicia viene desarrollando en Guatemala junto a ASIAPRODI y FODHAP. Hoy queremos explicaros un poco más el proceso de trabajo.

El enfoque de proceso en el Programa Ban Chuinklal consta de 5 ejes que buscan asegurar la salud, la seguridad física y la seguridad psicológica de las comunidades en las que se trabaja. Son los que puedes ver en la imagen:

El proceso de construcción de vivienda se inicia con la priorización de las familias de las diferentes comunidades en las que se trabaja. En esta tarea toma gran importancia el trabajo de las contrapartes, teniendo a ASIAPRODI como organización líder del proceso. Además, dentro del enfoque de producción social del hábitat que ASF aplica en el proyecto, se trabaja mano a mano con la FODHAP, organización contraparte que se ocupará de los talleres sobre hábitos saludables y de la formación en la ley de vivienda de Guatemala a las comunidades.

El proceso de priorización de las familias que van a recibir las viviendas construidas necesita de la implicación y organización de la comunidad en la que se integran. Esto facilita el trabajo, pues la priorización nunca es impuesta desde las ONG. Son las estructuras comunitarias muy bien organizadas, donde un hombre y una mujer representando a cada comunidad, las encargadas en primer lugar de priorizar las comunidades más necesitadas, y dentro de estas las familias concretas que serán las recibidoras de las viviendas. Se tienen en cuenta los criterios establecidos por ASF y ASIAPRODI: las familias escogidas serán las que estén en situación de más vulnerabilidad dentro de la comunidad y han de poseer las escrituras del lote, priorizando familias numerosas, ancianos/as y mujeres solteras o viudas con hijos a su cargo, o con algún miembro con alguna discapacidad.

Todo ello impulsa la cooperativa comunitaria B´eljuj Q´anil de fabricación de bloques y tejas de microcemento. Esta cooperativa nace con la intención de constituir una fuente de trabajo para las comunidades, garantizando el acceso a materiales de calidad así como promoviendo proyectos comunitarios alimentados por los propios beneficios generados que recaerán en las necesidades de la población.